jueves, 18 de febrero de 2016

Historia de la computación


HISTORIA DE LA COMPUTACION 
El eterno afán del hombre por facilitarse la vida, hace que su ingenio invente y diseñe artefactos, máquinas y sistemas que efectúen cálculos y realicen labores que parecen sorprendente. La automatización consiste en remplazar al hombre para la ejecución de una tarea, y se ha venido desarrollando casi a la par con la historia de la humanidad.



El Cálculo
El ábaco fue el primer instrumento creado (babilonia alrededor del año 3000 a. de C.) Para mejorar los procesos de cálculos matemáticos de adición y sustracción. Consistía en de barras y poleas con la que se podían efectuar diferentes tipos de operaciones y cálculos aritméticos. El I-Ching, o libro de las mutaciones, fue creada en china hacia el año 2000 a. de C., y aunque su función es adivinatoria, se le considera la primera formulación del sistema binario.

Los antiguos griegos son los antiguos precursores “occidentales” de la computación. En la Ilíada, de Homero, se hace referencia a un autómata que ejecutaba ejecuciones humanas. En roma se utilizó un instrumento similar al ábaco, elaborado con piedrita llamadas “cálculos”, de ahí el nombre de la rama de la matemática. Herón de Alejandría, experto en hidráulica, diseño un autómata que simulaba ser un actor de teatro.

En el siglo XVII, la revolución industrial trae consigo una alta gama de productos comercializables, que hace evidente la necesidad de un sistema organizado de estadística y control, pues se necesitaban nuevos instrumentos de cálculo. En 1622, un inglés de apellido Oughtred crea el instrumento conocido como regla de cálculo, quien, recién inventados logaritmos, fabrico un dispositivo que simplificaba la multiplicación y la división. Consistía en dos reglas graduadas unidades que se deslizaban una sobre otra, y cuyo uso se extiende hasta épocas muy recientes. El francés Blas Pascal fabrico, en 1642, la primera maquinas sumadoras mecánicas, para ayudar a su padre, quien era importante financista a llevar sus cuentas. Utilizó un engranaje con ruedas dentada como contadores. El dispositivo llevaba una unidad automáticamente al llegar a las decenas y también podía emplearse para restar, muy similar a lo realizado por Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), que en 1671 desarrolló una máquina para multiplicar. Se descubrió recientemente que Wilhelm Schickard (1592-1635), graduado de la universidad de Tubigen (Alemania), construyo muchos años antes que Pascal y Leibniz un dispositivo de semejantes características en 1623.

 En el año 1666, Samuel Morland introduce algunas mejoras a la maquina sumadora de Pascal; este es un acontecimiento por cuanto Morland destaca que un dispositivo físico puede hacer operaciones matemáticas hasta entonces exclusiva de la mente humana. Paréntesis aparte, merece el francés Joseph-Marie Jacquard (1752-1834) con su telar automático, que funcionaba repitiendo patrones de operación, de forma constante, para controlar los diseños utilizados en los tejidos complejos.

En los siglos XVII se realizan importantes avances en el campo de la relojería y se popularizan los autómatas. Jacques de Vaucansons (1709-1782) alcanzó gran popularidad con algunos de sus autómatas, como el pastor provenzal que interpretaba veinte canciones diferentes de una flauta en una mano y un tambor en la otra, realizando los mismos movimientos de un hábil músico. Los trabajos de los hermanos Jaquet-Droz son verdaderos anticipos de los autómatas posteriores: construyen un dibujante que realiza gráficos inscritos en una “Memoria” mecánica y una música, que interpreta canciones almacenadas en cilindros.

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