martes, 17 de junio de 2014

Ha nacido una estrella

Kawhi Leonard./ Getty Images
Quedaba algo más de un minuto para acabar el Game 3 de las Finalesde la NBA, San Antonio Spurs ganaba con solvencia en el American Airlines Arena ante los aficionados de Miami Heat y Kawhi Leonard era sustituido por Matt Bonner tras haber hecho el mejor partido de su vida: 29 puntos (10 de 13 en tiros de campo), 4 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y, el más difícil todavía, frenar a LeBron James.
Un año antes, en el mismo escenario y ante el mismo rival, Leonard fallaba un tiro libre que segundos después se tornaría determinate cuando Ray Allen anotó ese agónico triple para forzar el séptimo partido de unas Finales que finalmente coronarían a Miami Heat como campeón. Un año después Kawhi ha podido resarcirse de su fallo a base de puntos, rebotes, asistencias y robos, a base de ganar partidos para su equipo y hacerse un nombre en la NBA. El alero completó tres partidos perfectos que le han valido para ser nombrado MVP de las Finales. A sus 22 años es el tercer jugador más joven en hacerse con este galardón tras Magic Johnson y su compañero Tim Duncan.

En la fase final de la temporada anterior y especialmente en las Finales ya pudimos ver el potencial de Leonard, pero ha sido en su tercera temporada cuando hemos podido asistir al nacimiento de una estrella. Su explosión definitiva. Un año en el que ha ido asumiendo cada vez más responsabilidades, pasando de tener un rol secundario a ser clave para Gregg Popovich.
Y es que Kawhi vale para todo. Jugador fuerte y atlético, de gran envergadura y enormes manos. Es un tremendo defensor, una amenaza constante desde la línea de tres puntos y un rival letal si se le deja llegar hasta la pintura. Pero no siempre el talento es suficiente para triunfar, y por ello trabajo, esfuerzo y sacrificio rigen la filosofía del alero. El gimnasio es su hábitat natural y según el propio Popovich es siempre el primero en llegar a los entrenamientos y el último en irse. En estos tres años a las orden del técnico de los Spurs Kawhi ha visto potenciadas sus aptitudes al 100%, mejorando su tiro, su manejo del balón y convirtiéndose en un jugador mucho más completo de lo que se podía prever en su llegada a la NBA.
El #2 de San Antonio es un chico tímido e introvertido que desde su llegada encajó a la perfección en la filosofía de los Spurs en todos los sentidos. Aunque parecen inmortales, en algún momento el Big Threetexano deberá ceder el testigo para propiciar un relevo generacional que parece que nunca llega. Mientras tanto, Kawhi mira, escucha, calla y aprende de los mejores maestros del baloncesto.

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